tejen tus manos
avanza en
el color de los hilos
el tiempo
vislumbre de la tarde
la merienda
movimiento sutil
la hamaca infinita que te mece
compañía de tus manos
cae
y abriga
el sol casi noche del tejido
en tus
dedos hay caricias escondidas
roces
que no aprendiste a dar
por eso tan
firmes siempre
en torno a
las agujas
por eso
enjutas las trenzas
puro lujo
en medio de lo poco y lo pequeño
¿si me trenzás los sueños, Julia,
como antes?
¿si corro otra vez
bajo las tramas de tus tardes, abu,
y combato el viento
y avanzo en el rosario de los años
que regresa
y te encuentra
mecida entre unos mates con tostadas
por el vaivén
incansable
de la espera?